Los niños se enojan. Es una parte normal del crecimiento. Pero si la ira de su hijo es fuera de control, puede ser difÃcil para ellos mismos y para las personas que los rodean.
Si está buscando formas de ayudar a su hijo con el manejo de la ira, los juegos pueden ser una gran opción. He aquà algunos juegos que pueden ayudar a los niños a aprender a controlar su ira:
1. Detenerse y respirar
Uno de los mejores juegos para enseñar a los niños a calmarse es el de parar y respirar. Este juego les enseña a los niños a reconocer sus emociones y a lidiar con ellas. Para jugar, basta con que tu hijo se siente en un lugar cómodo y cierre los ojos. Haz que se centren en su respiración y que inhalen y exhalen profundamente. Puedes pedirles que imaginen que su estómago es un globo y que se va inflando y desinflando con cada respiración.
Soluciones
- Cuando tu hijo se sienta enojado, ayúdale a identificar sus emociones y a reconocer lo que las está causando.
- Enséñale a tu hijo a respirar profundamente y a tomar un descanso cuando se sienta enojado.
2. Contar a diez
Contar a diez es uno de los juegos de manejo de la ira más clásicos. Cuando tu hijo se sienta enfadado, dile que cuente a diez antes de responder. Esto le dará tiempo para calmarse y pensar en sus pensamientos y sentimientos. Puedes hacer que tu hijo cuente a diez en voz alta o en silencio, lo que le resulte más fácil.
Problemas
- Algunos niños pueden tener dificultades para contar a diez cuando están enfadados.
- Otros niños pueden frustrarse si tienen que esperar mucho tiempo para reaccionar.
Soluciones
- Si tu hijo tiene dificultades para contar a diez cuando está enfadado, puedes ayudarle a contar en voz alta o en silencio.
- Si tu hijo se frustra cuando tiene que esperar mucho tiempo para reaccionar, puedes pedirle que cuente a diez en grupos de cinco. Esto le ayudará a acortar el tiempo de espera.
3. El juego de la silla musical
El juego de la silla musical es una forma estupenda de enseñar a los niños a esperar su turno y a controlar su frustración. Para jugar, necesitarás una sillas menos que el número de niños que juegan. Coloca las sillas en cÃrculo y haz que los niños caminen o corran alrededor de ellas. Cuando la música se detenga, todos los niños deben sentarse en una silla. El niño que no consiga una silla queda eliminado. Continúa jugando hasta que sólo quede un niño.
Problemas
- Algunos niños pueden sentirse frustrados si son eliminados del juego.
- Otros niños pueden frustrarse si tienen que esperar mucho tiempo para tener su turno.
Soluciones
- Si tu hijo se siente frustrado cuando es eliminado del juego, puedes ayudarle a entender que es una parte normal del juego y que no es algo personal.
- Si tu hijo se frustra cuando tiene que esperar mucho tiempo para tener su turno, puedes pedirle que ayude a colocar las sillas o que sea el DJ que ponga la música.
4. El juego del semáforo
Este juego es una forma divertida de enseñar a los niños a reconocer y controlar sus emociones. Para jugar, necesitarás dos señales de tráfico: una verde y una roja. Cuando el semáforo esté en verde, los niños pueden correr, saltar y jugar. Cuando la luz esté en rojo, tienen que detenerse y quedarse quietos. Si un niño se mueve cuando el semáforo está en rojo, queda eliminado.
Problemas
- Algunos niños pueden tener dificultades para controlar sus impulsos y pueden moverse cuando el semáforo está en rojo.
- Otros niños pueden sentirse frustrados si son eliminados del juego.
Soluciones
- Si tu hijo tiene dificultades para controlar sus impulsos, puedes ayudarle a practicar el autocontrol en otras situaciones, como cuando está esperando en la fila o cuando está jugando con otros niños.
- Si tu hijo se siente frustrado cuando es eliminado del juego, puedes ayudarle a entender que es una parte normal del juego y que no es algo personal.
Estos son sólo algunos ejemplos de juegos que pueden ayudar a los niños a aprender a controlar su ira. El mejor juego para tu hijo dependerá de su edad, sus intereses y sus necesidades individuales.
Si tienes dudas sobre cómo ayudar a tu hijo a controlar su ira, habla con un profesional de la salud mental. Un terapeuta puede ayudarte a desarrollar una estrategia de manejo de la ira que sea adecuada para tu hijo.
Recuerda: la ira es una emoción normal, pero es importante enseñar a los niños a controlarla de manera saludable.